Para los valencianos ¡de categoría! significa que algo es maravilloso y qué mejor frase para describir este primer viaje que hicimos al mudarnos a España. Valencia fue nuestra segunda opción después de Barcelona para emigrar, y si bien no optamos por ella, queríamos descubrirla y saber cómo era.
Alquilamos un carro en RecordGo y comenzamos el camino hacia Valencia. Después de tres horas y media estaríamos allá, pero no sin antes, pasar a Peñíscola. Una ciudad que nos habían recomendado y que, definitivamente, fue un descubrimiento maravilloso.
Peñíscola está como a dos horas y media de Barcelona, se sitúa en la costa valenciana y forma parte de la red de “Los Pueblos más bonitos de España” y es una mezcla de playa y cultura. Su calles medievales y su Castillo Templario, de donde se observan unas maravillosas vistas te adentran a un entrelazado de calles con toques blancos y medievales, que te hacen recordar desde Cadaqués hasta el Mont-Saint-Michel pero con su toque especial que lo distingue. Definitivamente, una buena parada en el camino la cual también podría disfrutarse en una escapada de fin de semana.
Playa de Peñiscola
¡Y llegamos a Valencia! Nuestra opción de hospedaje, fueron dos (y ya les contaremos porque), el primero un Airbnb ubicado en Ruzafa. Era un apartamento muy bien equipado, moderno y dog friendly y sobre todo super bien ubicado. NOTA: No tiene aire acondicionado, por lo que en los meses de verano podría ser problemático. Desde ahí era muy cerca movilizarnos, ya sea en bicicleta o caminando a los parques más cercanos, como el Parque Central, la Ciudad de las Artes y Ciencias y al centro de Valencia. Aparte que Ruzafa es de una de las zonas más bonitas, con muchas opciones de comida, bares y mucha vida. Sentimos que nuestra decisión de hospedarnos ahí fue la ideal.
Una de las primeras cosas que solemos hacer cuando viajamos con nuestros perros es sacarlos a dar largos paseos, ya sea en un parque o por el barrio, la idea es que olfateen mucho, se relajen y que se queden tranquilos en el nuevo lugar donde vamos a estar.
Al llegar por la tarde, el primer día lo dedicamos a familiarizarnos con Valencia y los alrededores, a tomarnos un tinto de verano y picar algo en un bar de Ruzafa. Paseamos por la zona, y nos fuimos guiando adónde nos llevaran nuestros pies. En el camino nos encontramos con el Ruzafa Fashion Week “Secret Market”, un “pop-up store” de ropa, estaba instalado en un recinto industrial que entre plantas y una arquitectura peculiar, creaban un marco ideal para la moda. Aparte, era dog friendly.
Nuestra caminata nos llevó hasta la Ciudad de las Artes y Ciencias, y la verdad que nos asombró muchísimo su tamaño, arquitectura y modernidad y sobre todo el tener un pulmón verde bordeando la mayoría de los barrios de la ciudad. El clima era propicio para pasearlo en toda su extensión, pero el cansancio asechaba y después de sus fotos correspondientes decidimos volver al apartamento para cerrar el día.
Ciudad de las Artes y Ciencias
El segundo día comenzó con una paseo al Parque Central, que estaba a pocas cuadras de donde nos alojábamos. Nos encontramos con un parque maravilloso, lleno de flores, rosales y unos pasajes naturales ideal para relajarse y sobre todo pasear con nuestro perrunos.
No podía comenzar el día sin un desayuno y qué mejor que la famosa Pastelería Dulce de Leche. Este lugar lo habíamos visto muchas veces en videos de YouTube e Instagram de personas que seguimos. Sin embargo, nos sorprendió que estuviera a dos cuadras de la casa, lo cual lo hacía un “must”. Dulce de leche es conocido por sus dulces, pero tienes desayunos y comida salada. La verdad es que es un deleite para cualquier persona que, como yo, adora los dulces.
Después de agarrar energías decidimos que el día nos llevaría a El Palmar, Albufera. La cuna de la paella y los cultivos de arroz. El Palmar es un pueblo que queda a unos 25 minutos en carro desde Valencia, es un recorrido fácil de hacer y que es un buen plan de medio día y por supuesto, para comer una buena paella.
Es pequeñito y sus mayores atractivos son los paseos por los cultivos de arroz y comer paella en alguno de los tantos restaurantes que bordean su canal. Nosotros optamos por comer en la Arrocería Maribel, donde elegimos el Tartar de Anguila Ahumada (algo exótico lo sabemos, pero de producción local) y el Arroz del Senyoret, básicamente un arroz de mariscos pero con todos pelados… de ahí lo de ¡señorito!
Arroz del Senyoret | Arrocería Maribel
Ya de vuelta, decidimos probar la famosa Horchata y los Fartons, tan típicos de la gastronomía valenciana y fuimos a Orxateria Daniel. La verdad ninguno de los dos fueron nuestros platillos favoritos, pero había que probarlo.
El tercer día se lo dedicamos al centro histórico de la ciudad, y lo hicimos en bicicleta. No se lo recomendamos del todo, porque la verdad el centro es pequeño y se puede hacer a pie. Las bicis son mejor para recorrer la Ciudad de las Artes y Ciencias o el Turia. El recorrido comenzó por La Estación Del Norte y nos llevó a la Plaza del Ayuntamiento, El Palacio del Marqués de Dos Aguas, El Museo Nacional de Cerámica y Artes, La Lonja de Seda, el Mercado Central, la Plaza Redonda, La Catedral para terminar en las Torres de Serrano.
La única visita que hicimos fue a La Lonja de Seda, un hermoso recorrido por su edificio gótico y su tan cautivante patio de naranjos. Les recomendamos usar la audio guía, ya que contiene información interesante de La Lonja.
TIP: Te recomendamos seguirnos en Instagram @comocuandoblog donde mostramos fotos y videos del recorrido
Para almorzar, probamos las famosas “Clochinas”, un estilo de mejillón pero más pequeño y delicioso y acompañado de la famosa “Agua de Valencia”, que es un coctel muy tradicional que lleva naranja, cava, ginebra, vodka y hielo.
Catedral de Valencia
Después de una pausa, para ver, dar de comer y pasear a nuestros perrunos…
Nos fuimos al Mercado Colon, un edificio emblemático convertido en un lugar con una oferta gastronómica y de ocio. Si bien es muy lindo y quizás tomarse algo es una buena opción, para comer lo sentimos un tanto turístico. Por lo que nos decidimos por un restaurante en L’Eixample, una zona similar al ensanche de Barcelona, más pequeño pero muy limpio, agradable y acogedor.
El cuarto día, y manejando unos 45min al sur llegamos a Xàtiva. Una ciudad encantadora por donde se le mirara, cuna de los Papas Borja y que conserva una patrimonio artístico importante. Caminar hacia el Castillo de Xàtiva, te lleva por el casco histórico y te cuenta su historia, al llegar al castillo puedes optar caminar por sus alrededores o tomarte algo en el restaurante, con unas vistas maravillosas de la región o entrar a conocerlo. Nosotros optamos por la primera, más debido al cansancio, pero es dog friendly, así que sin problema es un paseo para hacer con ellos.
Castillo de Xátiva
Esa tarde la dedicamos a recorrer el famoso barrio del Canyabal y Malvarrosa, una zona que esta o ha estado en un proceso de gentrificación y con una ubicación privilegiada frente al mar. No sé si sería una zona en la que nos gustaría hospedarnos o vivir, porque todavía está en proceso de mejoras, aunque es la favorita de muchas personas por su cercanía al mar.
Al finalizar el día, y paseando por nuestro barrio Ruzafa, optamos por el vermut de la tarde en La Cooperativa del Mar, un espacio con aires de restaurante de mercado pero con un vibe muy cool especializado en conservas de mar. Les recomendamos las sardinas.
Nuestro último día completo en Valencia, nos llevaba a escaparnos de la comunidad y explorar Altea en Alicante. A una hora en carro, y casi a punto de llegar. ¡Sorpresa! Habíamos calculado mal los días, y ese día teníamos que dejar el Airbnb y no al día siguiente como lo habíamos pensado. Así que manejamos una hora de regreso, sin ni siquiera conocerlo, y empacar todo y decidir… ¿nos quedamos 1 día más o nos regresamos? Nos decidimos quedar, así que nos tomamos la tarde de relax en la terraza de nuestra habitación del hotel Petit Palace Ruzafa, super dog friendly, nos dieron camitas y platos para nuestros perritos.
Valencia es una ciudad super amigable para caminar, montar bici y pasear con perros. No hace falta carro para moverse por la ciudad y aquí te dejamos algunos datos prácticos que nos sirvieron mucho:
Estacionamiento
Te recomendamos prepagarlo con la App “Telpark” ya que te saldrá más barato
Vida de Perros
- Buses: Los perros tiene que ir en un trasportín. Perros grandes sueltos no está permitido
- Metro: No están permitido viajar con ellos
- Atracciones: Pasear por los parques de la Ciudad de las Artes y Ciencias es permitido pero no entrar a sus espacios cerrados. Pasear por el Turia, el Parque Central son las mejores opciones.
- Terrazas: Todas las terrazas aceptan perros
Ocio
- Bicicletas: En Ruzafa hay muchos lugares para alquilar, asegúrate que estén bien mantenidas. Porque nos tocó unas no tan buenas. Son recomendables para los parques no el centro histórico.
- Fumar: Está prohibido fumar en las terrazas. Pero no siempre se impone o se sigue esta norma.
- Ruido: Ruzafa es de las zonas con más movidas. Te recomendamos elegir un hotel o apartamento con buen aislamiento de ruido o que no dé hacia las calles.
Si hubiésemos optado por vivir en Valencia seguro que hubiésemos disfrutado nuestra vida ahí. Si bien es más pequeña, siento que tiene muchas cosas que ofrecer y una calidad de vida distinta a la de Barcelona. Ninguna es mejor que la otra. Sólo son cuestiones de preferencia. Pero sí que podemos decir, que nuestro viaje fue ¡de categoría!
Como cuando… visitas una ciudad por 1ra vez y te llena de mil sensaciones.